Últimos trabajos - Mercedes Sosa

 

Últimos trabajos

Mercedes Sosa en 2008, en Heredia (Costa Rica), en uno de sus últimos recitales, con su tradicional poncho rojo, característico del noroeste argentino.

El 28 de enero de 1997 Mercedes Sosa cerró el Festival de Cosquín incorporando a Charly García, uno de los emblemas del rock argentino. El hecho fue motivo de discusiones entre quienes sostienen una versión más acotada de la música folklórica y aquellos que la visualizan más relacionada con los diversos géneros que integran la música popular. Ambos artistas interpretaron «Rezo por vos», «Inconsciente colectivo», «De mí» y la versión roquera de García del «Himno Nacional Argentino» y recibieron una ovación, conformando una de las noches históricas del festival. Mercedes Sosa por su parte anunció en ese momento su decisión de no volver a Cosquín, agotada por las polémicas:

Cosquín se acabó para mí. Estoy cansada de las polémicas, y de esta relación amor-odio con Cosquín. Es verdad que la gente me quiere mucho, pero cada vez que venía tenía que estar rindiendo examen y ya estoy un poco cansada de eso.
Mercedes Sosa.

Mercedes Sosa y Charly García mantuvieron una estrecha relación de amistad y grabaron ese mismo año de 1997 el álbum Alta fidelidad, enteramente dedicada a las canciones del roquero. En 1997 fue la voz protagónica del álbum Alta fidelidad, acompañada, entre otros, por el ya casi mítico actor Alfredo Alcón en la canción «Los sobrevivientes». Al finalizar la grabación Mercedes fue afectada por una depresión aguda la llevó al borde de la muerte durante varios meses.
Le llevó casi un año recuperarse. El disco de aquel regreso se tituló Al despertar y fue producido por el Chango Farías Gómez, uno de los músicos claves del boom del folklore argentino, ganando el Premio Gardel al Disco del Año. El disco incluye dos canciones dedicadas a ella: «Almas en el viento» (“Si no hay palabras en tu dolor, yo seré el canto, seré tu voz”, de su pianista Popi Spatocco) y «Al despertar» (de Peteco Carabajal), que da título al álbum. Se incluye también el tema «Indulto» de Alejandro Lerner, una crítica a las leyes de impunidad que cerraron los juicios por crímenes de lesa humanidad. Volvió a dar recitales multitudinarios en la Argentina y volvió a realizar giras por el mundo.

Mercedes Sosa en el Teatro Nacional Rubén Darío de ManaguaNicaragua, 2008. En su mano tiene una vaina de chivato, un tradicional instrumento indígena.

En 1999 Sosa grabó la Misa criolla de Ariel Ramírez, una famosa obra de entrecruzamiento entre música académica y folclórica argentina, dedicándosela a su madre. Más allá de lo artístico, el hecho llamó la atención debido a la condición de agnóstica de la cantante. Mercedes aclaró entonces:

Durante toda mi vida las dos hemos tenido respeto: mi madre por mi ideología, y yo por su creencia religiosa. Nunca ella me ofendió a mí ni yo ofendí a mi madre, ni a ningún creyente. Nunca jamás canté ninguna canción en contra de Dios, y creo que eso fue gracias a mi madre. Por eso la dedicatoria.

Ese mismo año de 1999 realizó un recital junto a Luciano Pavarotti en el estadio del Club Boca Juniors de Buenos Aires en el que cantaron a dúo dos temas: «Caruso» (de Lucio Dalla) y la canzonetta napolitana «Cuore ingrato».​

En 2001 grabó Acústico en el Gran Rex, un disco en vivo. Ese mismo año actuó en Israel por primera vez, volviendo a presentarse en 2008, siendo especialmente recordada por haber cantado en hebreo «Livkot lejá» (‘llorar por ti’), de Aviv Guefen, en memoria del asesinato de Itzhak Rabin. ​En 2002 ideó junto a sus amigos León Gieco y Víctor Heredia Argentina quiere cantar. Mercedes ha dicho que, de los artistas famosos, ella solo mantuvo una amistad profunda con León Gieco, Víctor Heredia y los integrantes del conjunto chileno Inti Illimani.​Las presentaciones incluirían varias giras por el país. Entre 2003 y 2005 tuvo internaciones, deshidrataciones y descompensaciones.

En 2003, su hijo Fabián, quien colaboraba con el empresario Mauricio Macri en su campaña electoral para ser jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, gestionó una visita del candidato a la casa de su madre, con el fin de transmitirle el apoyo de aquel a la propuesta de la cantante de crear un Museo de Arte Popular Latinoamericano en la ciudad, iniciado con una gran donación suya de objetos artísticos de gran valor. La visita, sin embargo fue manipulada políticamente y se informó falsamente que Mercedes Sosa había apoyado la candidatura de Mauricio Macri, un político con una ideología diametralmente opuesta a la que sustentara la cantante durante toda su vida. El diario La Nación presentó la visita con una foto de Macri tomando de la mano a Mercedes, bajo el subtítulo de «Elecciones en la Capital: las otras alianzas» e informando que «la cantante le expresó su apoyo en la carrera política».​Mercedes Sosa se enojó mucho, retiró su ofrecimiento y desmintió su apoyo a Macri, informando públicamente que en las elecciones presidenciales había votado por Néstor Kirchner. Sin embargo los medios de comunicación casi no informaron sobre su desmentida y persistió la creencia errónea de que Mercedes Sosa había apoyado a Macri. Ella misma aclaró con las siguientes palabras la enojosa situación:

Periodista: Usted aclaró hace poco que no le dio apoyo a Mauricio Macri para las elecciones porteñas. ¿Se arrepiente de haberlo recibido en este living en tiempos de campaña electoral?
Mercedes Sosa: Me arrepiento de que haya habido tantos periodistas presentes. Yo, ganara quien ganara, quería donar mis cosas para el proyecto del Museo de la Música Popular Latinoamericana. Era para la ciudad de Buenos Aires, no para Macri. Pero se distorsionó todo; nos han ofendido mucho a mí y a mi hijo Fabián. Ahora no pienso darle los objetos a nadie, gane Ibarra o gane Macri. Nunca he dado motivo para alguien hable mal ni para que se burlen y esto me duele. Quiero que sepa que si aparece un mecenas para el museo no va a ser un político.​
Mercedes Sosa y el roquero Gustavo Santaolalla cantando en Plaza de Mayo. Una de las características de Mercedes Sosa fue comunicar estrechamente la música folklórica con el rock nacional argentino.

En 2003 fue invitada por la pianista de música académica Martha Argerich a realizar juntas un recital en el teatro Colón. Mercedes Sosa lo consideró un honor no imaginado y manifestó que sus mayores sueños eran cantar con la italiana Mina o con Carlos Santana, pero que la invitación de una concertista del nivel de Argerich superaba todas sus expectativas: «Esto es como un sueño».​El recital se realizó el 7 de septiembre de ese año e incluyó también a la Camerata Bariloche y el guitarrista Eduardo Falú. El recital cerró con Martha Argerich y Mercedes Sosa realizando juntas cinco canciones: Allá lejos y hace tiempo (de Ariel Ramírez y Armando Tejada Gómez), Canción del árbol del olvido (de Alberto Ginastera y Fernán Silva Valdés), Las cartas de Guadalupe (de Ariel Ramírez y Félix Luna), El alazán (de Atahualpa Yupanqui) y Alfonsina y el mar (también de Ariel Ramírez y Félix Luna).

En 2004, Mercedes Sosa le concedió al Frente Amplio de Uruguay su versión de la canción «Todo cambia», que esa fuerza utilizó en la campaña electoral que le dio el triunfo a Tabaré Vázquez.​

El año 2005 fue su gran regreso con un disco despojado, Corazón libre, editado por el sello alemán Deutsche Grammophon y con producción y dirección artística del Chango Farías Gómez. El álbum toma el título de una canción de Rafael Amor (“Los únicos vencidos, corazón, son los que no luchan”). Mercedes Sosa ya había cantado el tema dos veces: en 1989 junto al propio Rafa Amor y Alberto Cortez en el álbum de aquel también titulado Corazón libre y en 2000, en la placa Amor, del poeta. El álbum cuenta también con una versión de la clásica zamba Tonada del viejo amor, de Jaime Dávalos y Eduardo Falú, cantada a dúo con este último, quien también interpreta la guitarra. La placa obtuvo un Premio Grammy Latino y el Premio Gardel en la Argentina.

En 2007 fue la principal figura del Festival de la Democracia, que festejó un nuevo aniversario del regreso de la democracia argentina (en diciembre de 1983) y la asunción de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Mercedes cantó y compartió escenario junto a otros cantantes como Alejandro LernerRicardo MontanerGustavo Santaolalla y Patricia Sosa, ante una multitud de gente agolpada en la Plaza de Mayo. Volvió a los escenarios y por sus problemas de salud comenzó a cantar sentada. El 30 de junio de 2008 cantó en Tucumán para los presidentes de los países miembros y asociados del Mercosur (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay y Venezuela). El repertorio estuvo integrado por cinco canciones: Sabana (del venezolano Simón Díaz), Guitarra, dímelo tú (de Atahualpa Yupanqui), Insensatez (de Chico Buarque), Sufrida tierra (de los santiagueños Mota Luna y Bebe Ponti) y Al jardín de la república.​Su último trabajo es Cantora, lanzado poco antes de su muerte, un álbum doble donde canta 34 canciones a dúo con destacados cantantes iberoamericanos, y cierra con el himno nacional argentino. A mediados de 2009, Mercedes Sosa editó el que sería el último disco de su vida: Cantora II, el segundo volumen de duetos que realizó con 35 artistas nacionales e internacionales. En el disco, la tucumana hizo dúo con Gustavo Cerati en "Zona de promesas". Ese mismo año, la cantante moriría, y meses después, en mayo de 2010, Cerati entraría en un coma irreversible, que derivó en su fallecimiento. Cantora I y II, considerado por algunos críticos como “de antología”, incluyeron a músicos como Joan Manuel Serrat, Luis Alberto Spinetta, Jorge Drexler, Caetano Veloso, Soledad, Orozco-Barrientos y Gustavo Santaolalla, León Gieco, Teresa Parodi y Víctor Heredia, por citar algunos a algunos del primer volumen. En Cantora II Mercedes hace dúo con Cerati y también con Charly García en “Desarma y sangra”; con Calle 13 en “Canción para un niño en la calle”, un testimonial relato de Tejada Gómez, y con Vicentico en “Parao”, entre otros. De la nominación a tres Grammy Latino, de manera póstuma, ganó en la categoría mejor álbum folclórico por Cantora 1, el primer volumen de duetos en el que ella interpretó clásicos del folclore latinoamericano junto a otras figuras. Este mismo trabajo de la argentina ganó el segundo Grammy como mejor diseño de portada. La obra no ganó por álbum del año 2009.

Sobre el álbum, el cantante Gustavo Cerati expresó: "Me gustó que me convocara para cantar una canción juntos. Fue increíble que me dijera que estaba ella muy nerviosa de verme a mí, o que tuviera palabras de admiración por mi voz siendo ella LA voz. Una persona humilde y grande" 

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