Regreso del exilio - Mercedes Sosa

 

Regreso del exilio

Volvió a la Argentina en febrero de 1982, poco antes de que la dictadura militar se viera obligada a iniciar el traspaso del poder a un gobierno civil, tras la Guerra de Malvinas. En esa ocasión realizó una serie de recitales históricos a sala repleta en el Teatro Ópera de Buenos Aires, que se convirtieron en un acto cultural contra la dictadura, a la vez que un hecho renovador de la música popular argentina, al incluir temas y músicos provenientes de diferentes corrientes musicales, como el folclore, el tango y el rock nacional.

Mercedes Sosa en 1980.
Lo grande fue que estaba toda la gente, más que amándome a mí, amándose a ellos.
Mercedes Sosa.​

Fueron trece recitales a sala llena y entre los invitados de los recitales estuvieron el litoraleño Raúl Barboza, el pianista Ariel Ramírez, el tanguero Rodolfo Mederos, el compositor del rock nacional Charly García, el cantautor del rock León Gieco, el chamamecero Antonio Tarragó Ros. La dirección musical y los arreglos artísticos estuvieron a cargo de José Luis Castiñeira de Dios. Los músicos de soporte de Mercedes Sosa fueron el guitarrista uruguayo Omar Espinoza y el percusionista Domingo Cura. En el recital incluyó dos canciones no folklóricas y una litoraleña, que resultarían emblemáticas de su repertorio: «Como la cigarra» (“Tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin embargo estoy aquí resucitando”, de María Elena Walsh), «Solo le pido a Dios» (“Solo le pido a Dios que la guerra no me sea indiferente”, de León Gieco) y «María va» (de Antonio Tarragó Ros). En el repertorio también se incluyó «Sueño con serpientes» y «Años» (“El tiempo pasa...”), de los cubanos Silvio Rodríguez y Pablo Milanés respectivamente, que habían sido prohibidos por el régimen militar, en la que fue la primera difusión masiva de esos autores en Argentina. Junto a Charly García interpretó «Cuando ya me empiece a quedar solo», en lo que significó un acercamiento histórico del folklore y el rock. Sobre la capacidad universalista de Mercedes Sosa para integrar rock y folklore, Mariano Blejman dijo:

Tal vez el primer tema que cantó de rock fue Cuando ya me empiece a quedar solo de Charly García [...] Con una notable capacidad para integrar mundos, Mercedes Sosa entendió que el rock argentino era parte del Nuevo Cancionero; y en años siguientes cantó también junto a Fito Páez (grabó el disco Yo vengo a ofrecer mi corazón en 1985). [...] Pero, curiosamente, el rock no fue mucho más allá de Mercedes Sosa. La amplia camada del Nuevo Cancionero no percudió la retórica del rock. [...] Mercedes Sosa hizo más por legitimar el rock socialmente que lo que el rock hizo por interpretar a los artistas [del Nuevo Cancionero] [...] ¿Y quién, entre los roqueros actuales, sabe quién fue Tejada Gómez? ¿Y entre su público?
Mariano Blejman​

Mercedes Sosa contó que su emoción era tan grande que para poder cantar tuvo que ignorar al público y no mirarlo en ningún momento. ​La actuación fue registrada en un doble álbum bajo el título Mercedes Sosa en Argentina, que constituyó un éxito de ventas y uno de los discos destacados de la historia musical del país.

Tras su regreso a Argentina en 1982, con la serie de famosos recitales, debió volver al exilio cuando se enteró que uno de los genocidas, el almirante Carlos Alberto Lacoste preguntó: «¿Quién dio permiso a Mercedes Sosa para estar en mi país?».

En 1983 participó junto a otros destacados músicos latinoamericanos en el histórico Concierto por la Paz en Centroamérica en solidaridad con el gobierno sandinista de Nicaragua, amenazado en ese momento por las acciones de los Contras sostenidos desde Estados Unidos. El recital fue registrado en un álbum titulado Abril en Nicaragua, que Mercedes Sosa cierra con «Solo le pido a Dios» (de León Gieco) y «Cuando tenga la tierra» (de Daniel Toro y Ariel Petrocelli).

En ese mismo año 83, graba el álbum Como un pájaro libre (título tomado de la canción del mismo nombre de Adela Gleijer y Diana Reches), que incluye entre otros temas «Dulce madera cantora» (de Víctor Heredia) y «Grito santiagueño» (de Raúl Carnota). El álbum y la canción de Gleijer, dieron título a una película documental dirigida por Ricardo Wullicher en la que se registran los recitales que la cantante realizó en el estadio de Ferrocarril Oeste. En una entrevista en esa película, Mercedes Sosa explica de dónde vino su acercamiento al rock y otros géneros que anteriormente habían sido ignorados por ella:

El frente del teatro Ópera en febrero de 1982, durante las presentaciones de Mercedes Sosa, tras su regreso del exilio.
En el ’81 fui a ver Submarino amarillo31​ en España, y me admiré y me dio vergüenza de mí misma, por haber tenido el prejuicio de no verla cuando se estrenó. De la misma manera yo no había escuchado a Charly García ni a Nito Mestre. Indudablemente a ellos les debe haber pasado lo mismo con nosotros. El ser humano está lleno de prejuicios y preconceptos, y la falta de libertad no solo se siente en la libertad colectiva, sino en la libertad mental de cada persona.
Mercedes Sosa.​

Recién pudo radicarse en Argentina luego de recuperada la democracia el 10 de diciembre de 1983. Se mostró comprometida con las luchas por los derechos humanos y la preservación del régimen democrático. En los años siguientes se mostraría cercana a los presidentes Raúl Alfonsín (1983-1989), Néstor Kirchner (2003-2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007-2011), y mantendría distancia con el presidente Carlos Menem (1989-1999).

En 1984 lanzó el álbum ¿Será posible el Sur?, donde incluye canciones de gran impacto político, cultural y artístico, como «Todavía cantamos» (de Víctor Heredia), «Todo cambia» (del chileno Julio Numhauser, uno de los fundadores del grupo Quilapayún) y «Como pájaros en el aire» (de Peteco Carabajal). En 1985 dio a conocer dos álbumes. El primero fue Yo vengo a ofrecer mi corazón, tomando el título de la canción del roquero Fito Páez (“¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón”), en el que también se incluyen «Razón de vivir» (de Víctor Heredia) y «Canción para Carito» (de León Gieco y Antonio Tarragó Ros). El otro álbum fue Corazón americano, registro del recital que realizó junto a Milton Nascimento y León Gieco, en el que también participa como invitado Gustavo Santaolalla y Antonio Tarragó Ros.

Como productora, organizó en 1988 uno de los espectáculos más importantes presentados en la Argentina: Sin Fronteras, que reunió en el estadio Luna Park de Buenos Aires a las argentinas Teresa Parodi y Silvina Garré, la colombiana Leonor González Mina, la venezolana Lilia Vera, la brasileña Beth Carvalho y la mexicana Amparo Ochoa, además de la propia Mercedes. Ese mismo año Mercedes Sosa y Joan Báez se propusieron realizar juntas una presentación en Santiago de Chile ―ambas fueron determinantes en la difusión mundial del arte de Violeta Parra― con el fin de apoyar a las fuerzas democráticas chilenas en la campaña del "NO", en víspera del plebiscito convocado por Augusto Pinochet que determinaría si el dictador seguiría gobernando hasta 1997. Frente a eso, políticos del régimen dictaron una orden de prohibir su ingreso a Chile.33​La campaña del "SI" (campaña pro-Pinochet) perdió el referéndum y debió convocar a elecciones presidenciales un año después, para entregar el gobierno en marzo de 1990. Ya restablecida la democracia, Mercedes Sosa cantaría por primera vez en Chile en 1992, volviendo varias veces desde entonces.

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